Te escribo porque mis sentimientos hacia ti son extraños y ambiguos…me gustas, me encantas y a la vez te odio a momentos porque muchos interpretan tus intenciones como quieren. Y entonces te formulo una pregunta: Libertad de expresión, ¿Cuáles son tus verdaderas intenciones? Día a día me pregunto hasta que punto deberías ser posible y deberías llegar, porque los derechos de un individuo terminan cuando empiezan los de los demás. Semana a semana analizo la increíble coherencia de los «grandes defensores de los derechos fundamentales y la libertad de expresión»…que dicen quererte mucho, pero desde mi humilde punto de vista, me parece que, simplemente, te utilizan, dicen quererte y lo hacen sólo por interés. Lo que ellos sienten por ti no es amor verdadero, ellos no conocen tus habilidades, ni tus intenciones, pero a la vez, sí saben muy bien utilizarte como arma…y desgraciadamente, les funciona. La coherencia de tus fieles seguidores se basa en pedir la máxima libertad para celebra
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